¿Qué hacer con la información de videos virales sobre consumo de sustancias psicoactivas?
Recientemente, los medios de comunicación y las redes sociales han divulgado información que alerta a padres, madres y cuidadores sobre el uso y la distribución de sustancias psicoactivas a menores de 18 años. Si bien es muy importante que los adultos estemos informados sobre los posibles riesgos del consumo de estas sustancias, también es fundamental que aprendamos a evaluar y entender esta información de manera crítica y responsable. En especial, debemos tener cuidado cuando nos llega información sobre dónde y cómo se consiguen las sustancias, cómo lucen y los efectos de su consumo, pues esto puede terminar aumentando la curiosidad y el consumo de nuestros hijos.
Cuando nos limitamos a asumir que la información que nos presenta un video “viral” es verdadera, desaprovechamos la oportunidad para aprender a prevenir y manejar las situaciones que puedan exponer a nuestros hijos al consumo de sustancias psicoactivas. Por el contrario, cuando la abordamos de manera asertiva, no con una actitud alarmante, aprendemos a evaluar diferentes opciones, a reconocer la veracidad de las fuentes, a extractar la información clave para hablar con nuestros hijos y, en general, a desarrollar en ellos herramientas para que aprendan a responder ante este tipo de situaciones.
A continuación, presentamos algunas ideas que nos pueden ayudar a tener información más precisa sobre este tema, y a su vez, a que desarrollemos estrategias para enfrentar el riesgo de consumo de sustancias psicoactivas con nuestros hijos.
¿Cuáles son los principales tipos de sustancias psicoactivas?
Uno de los primeros pasos que podemos dar en la prevención del consumo de sustancias psicoactivas es entender qué son y qué tipos existen. Una posible clasificación se da en función de su efecto sobre el Sistema Nervioso Central:
• Depresoras: Estas son sustancias que hacen más lento el funcionamiento normal del sistema nervioso y retardan su capacidad de reacción. Dentro de este grupo encontramos: alcohol, derivados del opio como morfina, heroína y codeína, ansiolíticos y tranquilizantes
• Estimulantes: Estas aceleran el funcionamiento del sistema nervioso central. Dentro de este grupo están las sustancias como la cocaína, el basuco, la cafeína, las anfetaminas y los antidepresivos
• Alucinógenas: Son sustancias que producen alucinaciones de tipo visual y/o auditivo. Por ejemplo, el LSD, o lo que comúnmente se conoce como los ácidos, los hongos, el peyote, el cacao sabanero, etc.
• Mixtas: Estas sustancias producen efectos diversos sobre el Sistema Nervioso Central. Algunas de estas son la marihuana y el éxtasis
¿Cuáles son los principales tipos de consumo?
No todas las personas llegan a consumir sustancias por las mismas razones o de la misma manera. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que el consumo de sustancias, y el riesgo asociado a dicho consumo, se da en una secuencia continua que va desde:
• Consumo de riesgo bajo: Este se refiere a un consumo ocasional. Esto quiere decir que, aunque las personas consumen sustancias de vez en cuando, no se enfrentan a problemas asociados al consumo
• Consumo de riesgo moderado: Este es un consumo más regular e intenso. En esta categoría las personas pueden estar experimentando algunos problemas de salud o psicológicos
• Consumo de riesgo alto: Este se refiere a un consumo frecuente o peligroso. Este tipo aumenta el riesgo de que las personas generen una dependencia a las sustancias. Además, es probable que se presenten problemas de salud, sociales, psicológicos, económicos y legales derivados de su consumo
Es importante tener presente que todo consumo de sustancias psicoactivas se considera grave cuando se trata de niñas, niños y adolescentes. Sin embargo, dependiendo de la evaluación del nivel de riesgo del consumo, se podrá determinar la orientación profesional que debe recibir la familia.
El involucramiento parental: el primer paso para prevenir el consumo de sustancias psicoactivas.
La evidencia ha mostrado que uno de los principales factores protectores en el consumo de sustancias psicoactivas es el involucramiento parental. Al estar presentes, atentos y crear una relación segura y confiable con nuestros hijos, les damos herramientas, no solo para que puedan hablar con nosotros sobre estos temas, sino para que puedan actuar de manera crítica y responsable frente a este tipo de situaciones. Estas son algunas ideas sobre cómo podemos involucrarnos para prevenir el consumo.
– Tener conversaciones con nuestros hijos donde comuniquemos de manera clara y concisa nuestra postura y reglas familiares frente al consumo de sustancias psicoactivas. En el Kit PaPaz Ángel Protector hay algunas ideas sobre cómo podemos tener estas conversaciones
– Acompañar y monitorear el uso que nuestros hijos hacen de Internet y las redes sociales también contribuye a la prevención del consumo. En la actualidad, muchas sustancias de tipo sintético se consiguen fácilmente por este medio. Para mayor información vea la conferencia PaPaz Conectados 2.0
– Conocer las actividades en las que participan nuestros hijos, sus amigos o su desempeño escolar nos permite observar más fácilmente si están atravesando momentos difíciles o si tienen algún cambio en su comportamiento, las cuales pueden ser posibles señales de riesgo de consumo
– Si como adultos decidimos consumir alcohol, es muy importante que lo hablemos con nuestros hijos y lo hagamos dentro de las recomendaciones de bajo riesgo, es decir, de forma moderada y responsable
– Reportar en www.teprotejo.org y el App Te Protejo la venta, suministro o consumo de alcohol y otras drogas por menores de 18 años.
Fuente:
Martínez Ortiz, E. (2006). Hacia una prevención con sentido. Colectivo Aquí y Ahora.
Organización Mundial de la Salud (2011). La prueba de detección de consumo de alcohol, tabaco y sustancias (ASSIST) – Manual para uso en la atención primaria.
Pérez Gómez, A. (2013). Profesión Papás. Disponible en: http://nuevosrumbos.org/publicaciones-2/libros/profesion-papas/
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