Contar con entornos escolares seguros y saludables debe ser una prioridad del Estado, el colegio y la familia. Para lograrlo, a continuación compartimos algunas prácticas claves identificadas en el Estudio Nacional de Salud y Bienestar Escolar – Colombia 2020:
1. Políticas de salud escolar
La definición de políticas de salud escolar genera prácticas de promoción constantes, integradas con los procesos curriculares, con actividades y estrategias de bienestar para toda la comunidad educativa. Se recomienda promover su creación o actualización, definir su seguimiento involucrando a toda la comunidad educativa, particularmente a las familias, para la implementación de las estrategias.
2. Entornos físicos y psicosociales
Disponer de agua potable en los colegios es hoy más indispensable que nunca. Involucrar activamente a las familias en el proceso de enseñanza del lavado de manos, el uso adecuado del agua y el jabón y la notificación temprana de síntomas que pueden indicar enfermedades infecciosas son elementos esenciales para garantizar un entorno seguro. En casos donde no haya disponibilidad, es clave: 1) Involucrar activamente a las familias en el monitoreo y vigilancia del colegio; 2) Proponer alternativas para el lavado de manos, como la disposición de tanques o canecas de agua y jabón; 3) Articular a las Secretarías de Educación y Salud para hacer las adecuaciones pertinentes.
3. Educación para la salud
Los colegios aseguran que docentes y cuidadores reciban capacitación para orientar a niñas, niños y adolescentes en salud física y mental de manera confiable y oportuna. Se debe incluir promoción de alimentación saludable, higiene, actividad física y bienestar emocional, entre otras. Ellos deben estar en capacidad de reconocer tempranamente necesidades de atención en salud y derivarlas a los actores competentes.
4. Servicios de salud y nutrición
La alimentación saludable es un trabajo entre el colegio y la familia. En el entorno familiar, en el restaurante y en la tienda escolar deben disponerse alimentos frescos, naturales y nutritivos; evitando los productos bebibles o comestibles ultra-procesados con edulcorantes (endulzantes no calóricos), exceso de azúcares, sodio o grasas saturadas (la denominada ‘comida chatarra’). La toma periódica de peso y talla ayuda a monitorear la salud nutricional.
5. Alianzas
Las alianzas estratégicas entre colegios y actores comunitarios, incluyendo familias y cuidadores, son esenciales para garantizar el éxito y sostenibilidad de cualquier proceso escolar. Estas deben imprimir un sentido de colaboración y compromiso que favorezca la sostenibilidad de las iniciativas creadas. Cuando estas alianzas incluyen, además, a los actores del sistema de salud locales (como las IPS -clínicas, hospitales, ESE-, las aseguradoras y las secretarías de salud), la escuela fomenta con mayor eficacia la adquisición de hábitos de prevención y autocuidado junto a cada familia.
