La paz se puede construir a través de acciones muy sencillas y cotidianas. Podemos aprender a convivir pacíficamente en los salones de clase, el patio de recreo o en las reuniones con colegas. A continuación, les compartimos algunas ideas de cómo hacerlo que surgieron en nuestro conversatorio sobre cómo construir paz desde nuestras instituciones. 

1. El conflicto es una oportunidad para aprender a convivir pacíficamente
El conflicto hace parte de nuestra vida diaria por lo que no debe verse como algo negativo o que debamos evitar. Por el contrario, es una maravillosa oportunidad para aprender que, aun cuando no siempre estamos de acuerdo con otros, podemos resolver nuestras diferencias sin recurrir a la violencia o a la agresión. Aprender a resolver los conflictos de forma pacífica, nos permite reconocer que existen personas con diversas historias, pensamientos y experiencias de las cuales siempre podemos aprender algo.

2. Todos estamos en un proceso de constante aprendizaje 
Aprender a convivir pacíficamente, y ayudarles a nuestros estudiantes a hacerlo, requiere que revisemos cómo nosotros mismos nos relacionamos con las otras personas. Cuando somos conscientes de cómo le hablamos a los demás, qué palabras usamos o qué postura corporal tenemos, podemos identificar lo que necesitamos aprender para comunicarnos mejor, y así, resolver los conflictos de manera pacífica.
Una herramienta sencilla a través de la cual podemos evaluar nuestro comportamiento con las otras personas es hacernos preguntas tales como:
-¿Estoy escuchando a otros y demostrándoles que les estoy presentando atención? Una manera de hacer esto es asentir con la cabeza, mirar a los ojos y evitar hacer otras actividades como mirar el celular o revisar el correo.
-¿Qué estoy comunicando con mis postura corporal? Una manera de revisar esto es evaluar si mantengo mi cabeza en alto, la espalda recta o los hombros hacia atrás.
-¿Puedo identificar qué me está diciendo el otro y por qué? Cuando estoy poniendo atención puedo repetir en mis propias palabras lo que la otra persona está diciendo.
-¿Mis palabras son respetuosas y cuidadosas? Al hablar con otros, tanto en los entornos virtuales como reales, debo revisar si lo que estoy diciendo es cierto, si no hace daño a nadie y si es necesario o no decirlo.

3. Para construir paz se necesitan acciones sencillas, pero concretas
Dar las gracias, pedir el favor o mirar a los ojos son formas muy sencillas de construir relaciones respetuosas y pacíficas con otros. Este tipo de acciones cotidianas les enseñan a los estudiantes que podemos tener un impacto positivo en la vida de otros a través de actos sencillos.