Boletín #PaPazConversando – Educación para la primera infancia: retos y oportunidades
Educación para la primera infancia: retos y oportunidades
En Colombia, la educación inicial es un derecho para las personas menores de 6 años, para garantizar el desarrollo integral de la primera infancia¹. Aunque todas las niñas y niños deberían gozar de este derecho, en el país, para finales del 2021, solo 4 de cada 10 niñas y niños entre 0 y 5 años a nivel nacional habían accedido a servicios de educación inicial² ³.
¿Cuál es el propósito de la educación inicial?
Por muchos años, se pensó que la educación que se recibe en la primera infancia tenía el propósito de prepararlos para la escuela, por lo que se le llamó “preescolar”⁴. Sin embargo, para los expertos, la educación en la primera infancia tiene un sentido mayor pues no es solo evaluar conocimientos en áreas específicas (matemáticas, ciencias naturales, sociales, etc…), sino generar oportunidades para que los estudiantes puedan desarrollar sus capacidades al máximo⁴ ⁵.
¿Cómo podemos apoyar el desarrollo de niñas y niños en la primera infancia?
Durante este periodo todos los momentos pueden ser oportunidades de aprendizaje, no solo los que se dan en las aulas ⁴. Madres, padres, cuidadores y educadores pueden trabajar de la mano para potenciar el desarrollo de niñas y niños brindándoles experiencias que involucren algunas de estas cuatro actividades: el juego, el arte, la literatura o la exploración del medio⁵.
En esta etapa es importante tener en cuenta:
Alianza familia-ambientes de aprendizaje: Es clave que las familias y los ambientes de aprendizaje mantengan abiertos los canales de comunicación directa y construir relaciones de confianza, para poder establecer acuerdos, sincronizar expectativas sobre la educación y compartir logros o dificultades que puedan tener en el proceso⁴.
Actividades enriquecedoras: Las actividades rectoras en la educación infantil son fundamentales para el desarrollo integral⁴. Como ya se ha mencionado, estas son: el juego, el arte, la literatura y la exploración del medio. Estas se complementan entre sí y deben formar parte de la vida cotidiana de niñas y niños, tanto en el hogar como en sus ambientes de aprendizaje⁴.
Reconocer la particularidad de la primera infancia: En los ambientes de aprendizaje es fundamental reconocer y respetar los tiempos y las formas de aprender en la primera infancia⁴. La clave es crear ambientes protectores y estimulantes donde niñas y niños puedan ser ellos mismos y aprender divirtiéndose⁴.
Procurar una transición armónica: Pasar de los servicios de atención a la primera infancia o los primeros años de preescolar a la primaria puede ser difícil para niñas, niños y sus familias, pero es posible actuar para hacer este proceso más sencillo y armonioso⁴. Por ejemplo, conversar con sobre los cambios que vendrán, ajustar previamente las rutinas familiares y estar atentos a responder a los retos que presente esta transición en su primera infancia⁴ ⁶, pueden ser estrategias de mucha utilidad.
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