Boletín Aprendiendo a Ser PaPaz – Un recurso para entender la masturbación

En días recientes se puso sobre la mesa un tema que con poca frecuencia se aborda: la masturbación o autoestimulación de los órganos genitales con las manos.  El uso del erotismo para llamar la atención de la población es un tema controversial, puede que estemos o no de acuerdo con esto, pero en lo que sí debemos estar de acuerdo, es en la labor que tenemos en la educación de la sexualidad como madres, padres, cuidadores y/o docentes.La evidencia científica nos indica que personas adultas, dispuestas a responder preguntas, abiertas a la conversación, informadas sobre asuntos relacionados con la sexualidad y con una relación cercana con las niñas, niños y adolescentes contribuyen mejor con su desarrollo¹. Específicamente, informarnos sobre la masturbación es muy útil para el momento que alguna niña, niño o adolescente pregunte qué es, qué opinamos, y nos veamos en la muy responsable tarea de hablar del tema, en lugar de evadirlo.

La masturbación está presente desde las primeras etapas de la vida, con las manos las y los bebés, niñas y niños exploran su cuerpo, los genitales hacen parte de este y al ser zonas sensibles produce sensaciones agradables al tocarlos. Por lo tanto, es usual ver este comportamiento alrededor de los 7 meses cuando los bebés no tienen pañal o el pañal roza los genitales de las niñas; o también a lo largo de los primeros seis años cuando sienten aburrimiento o como una actividad más en medio del juego tranquilo o viendo televisión. Más adelante con la llegada de la pubertad, la masturbación adquiere significados adicionales por el interés de explorar un cuerpo que está cambiando y por la capacidad de acompañar la masturbación con pensamientos y emociones eróticas y románticas. Luego, hacia el final de la adolescencia y de ahí en adelante, la masturbación será un comportamiento individual o hará parte de los encuentros íntimos con otras personas, si cada persona lo desea, sin embargo, no es una obligación, ningún comportamiento sexual debe serlo.

Si bien no todas las niñas, niños o adolescentes tocan sus genitales, esto hace parte del desarrollo, y una gran cantidad sí lo hace, aunque no sepa el nombre de este comportamiento. Nuestro trabajo como cuidadores es, en la medida que van adquiriendo el sentido de lo privado y lo público, enseñar que la masturbación es un comportamiento privado, íntimo, como ir al baño, dar besos románticos largos o tener relaciones sexuales.

Si vemos que se masturban en público o con nosotros en el mismo espacio, busquemos distraer a las niñas y niños más pequeños hacia otra actividad, con los más grandes, de manera discreta y respetuosa les indicaremos verbalmente que ese comportamiento es privado, que no se hace delante de otras personas o les llevaremos a otro espacio y tendremos esa conversación, probablemente más de una vez hasta que lo entiendan, como cualquier otro aprendizaje. Y con el tiempo requerirá que respetemos los tiempos privados de nuestra hija o hijo adolescente.

Tengamos presente: