Boletín Aprendiendo a Ser PaPaz – Resolver pacíficamente los conflictos en el hogar
Resolver pacíficamente los conflictos en el hogar
A menudo nos enfrentamos a situaciones conflictivas o retadoras en nuestros hogares, sin embargo, estas situaciones, aunque difíciles, son una excelente oportunidad para comprender cómo nuestras palabras y acciones afectan a las personas con las que convivimos. Aprender a considerar las consecuencias de nuestros actos es una de las claves para resolver pacíficamente los conflictos, por lo que a continuación les compartimos algunas herramientas para practicar habilidades necesarias para resolver problemas con nuestras hijas e hijos:
Haciéndonos preguntas: Cuando nos enfrentemos a situaciones conflictivas hablemos en familia para proponer soluciones. Este ejercicio se puede inculcar desde la primera infancia, para que desde edades tempranas se reconozca la importancia del otro. Para lograr esto, podemos usar algunas de estas preguntas:¿Cómo me sentiré después si decido hacer o decir eso?
¿Cómo se sentirán las demás personas involucradas en esta situación?
¿Qué pasará con nuestra relación si yo tomo esta decisión (a corto y largo plazo)?
Identificando los errores como una oportunidad de aprendizaje: Para aprender a considerar las consecuencias de nuestros actos es necesario identificar nuestros errores. Muchas veces nos cuesta aceptarlos por temor al castigo, por lo que es importante tejer lazos de confianza con nuestras hijas e hijos validando sus emociones, pero sin olvidar que debemos establecer límites a conductas problemáticas.
Estableciendo acuerdos: En ocasiones, desde nuestro rol de adultos, imponemos reglas en casa que no explicamos a nuestras hijas e hijos. Esto puede llevar a que no las entiendan o no las asuman. Cuando construimos las reglas en conjunto, les permitimos comprender qué está bien, qué está mal y cómo nuestras acciones tienen un efecto en las personas que nos rodean y en nuestras relaciones con el entorno.
Para establecer acuerdos con nuestras hijas e hijos compartimos estas cinco recomendaciones:
Hablar en familia (desde que son pequeños) sobre sus emociones y sentimientos. Conversar de aquellas cosas que no nos gustan o nos molestan y cultivar espacios de confianza para que puedan comunicarnos si algo no marcha bien. Luego de escuchar podemos comunicar lo que sentimos usando frases como yo siento:
Yo me siento__(Emoción)___ cuando tu ____(Acciones concretas que hacen nuestras hijas e hijos)____ quisiera que __(acciones concretas que nos gustaría que pasaran)____
Identificar cómo queremos que sean nuestras relaciones. Pensar cómo nos queremos sentir en la casa y con cada uno de los miembros de nuestra familia y compartamos esas ideas.
Acordar entre todos qué comportamientos específicos necesitamos poner en práctica para lograr esas relaciones y dinámicas (por ejemplo, comunicarnos asertivamente y sin agredirnos, encargarnos del aseo de de la casa, cumplir determinadas horas de uso de la televisión o establecer tiempos para juego).
Identificar por qué cumplir cada acuerdo es importante. Algunas preguntas para reflexionar sobre esto pueden ser:
¿Qué pasaría si todos incumplimos este acuerdo?
¿Cómo nos sentiríamos si otra persona de la familia incumple este acuerdo?
¿Cómo nos sentiríamos si todos cumplimos los acuerdos?
¿Por qué este acuerdo es importante para que tengamos una buena relación en esta casa?
Escribir los acuerdos y ponerlos en algún lugar visible.
Contenido elaborado por:
José Fernando Mejía Acosta Director Ejecutivo de Aulas En Paz
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