Boletín Aprendiendo a Ser PaPaz – ¿Qué podemos hacer como madres y padres para prevenir el suicidio?
¿Qué podemos hacer como madres y padres para prevenir el suicidio?
En los últimos años hemos observado un aumento en el número de casos de niñas, niños y adolescentes que atentan contra su vida por diversas razones. Algunas de ellas pueden estar relacionadas con situaciones familiares o personales, con problemas como la ansiedad o la depresión, entre otras. Estas situaciones pueden llevarlos a atravesar por un dolor emocional muy profundo y, ante la imposibilidad que sienten de afrontarlo o de pedir ayuda a los adultos que los rodean, contemplan la posibilidad de acabar con su vida o de autolesionarse como una forma de aliviarlo.Es fundamental que como madres, padres y cuidadores estemos atentos para identificar situaciones que puedan estar llevando a nuestras hijas o hijos a ver el suicidio o las autolesiones como una opción. Existen algunos elementos que debemos tener en cuenta:
• En caso de identificar en nuestras hijas o hijos actitudes o pensamientos relacionados con autolesión o suicidio es importante que conversemos con ellos al respecto. Iniciemos las conversaciones con preguntas muy sencillas tales como: “¿Cómo has estado?”, “¿Cómo te has sentido?”, “Te he notado decaído últimamente y eso me preocupa, ¿quieres que hablemos?”. Estas preguntas les harán saber que estamos pendientes de ellos, que nos interesan y que tenemos una genuina preocupación por su bienestar. Otra forma de promover la conversación es usar preguntas abiertas y no de respuesta sí o no. Podemos usar expresiones como: “Cuéntame un poco más sobre el momento en que empezaste a sentirte de esa manera” o “Me gustaría entender lo que estás sintiendo, ¿podemos hablar de lo que ha pasado y cómo te ha afectado?”(1).
• Algunos estudios recientes han mostrado que existen factores genéticos y familiares que pueden contribuir al riesgo de suicidio. Ciertas condiciones de salud mental como el desorden bipolar, la depresión o los trastornos de personalidad pueden asociarse con un mayor riesgo de suicidio en las familias. Sin embargo, esto no quiere decir que las personas con familiares que hayan tenido intentos previos de suicidio o que tengan trastornos mentales se vayan a quitar la vida, solo que existe una mayor vulnerabilidad a sufrir de este riesgo, y, por lo tanto, deben cuidarse más.
• Aunque existe una asociación entre algunas condiciones de salud mental (como la ansiedad) y el riesgo de suicidio, la relación no es directa. Esto quiere decir que el hecho de tener un trastorno de salud mental no implica que la persona se vaya a quitar la vida. De hecho, existe un importante número de personas que, aunque tienen todos los factores de riesgo relacionados con el suicidio, no necesariamente deciden quitarse la vida. Lo que es importante y debemos tener en cuenta cuando se piensa en la relación entre trastornos de salud mental y el riesgo de suicidio es que las personas que los tienen requieren de un acompañamiento cercano que permita que, en momentos de crisis, tengan acceso a opciones de manejo diferentes a las de quitarse la vida.
• Una de las situaciones más difíciles de aceptar como madres, padres y cuidadores es que nuestras hijas o hijos puedan estar contemplando la idea de lesionarse o de quitarse la vida. Por esta razón, la prevención es una de las herramientas más importantes con las que contamos como familias. La evidencia científica muestra que la mejor manera de prevenir y abordar el suicidio es hablar de él, teniendo en cuenta las edades de las niñas, niños y adolescentes, para saber qué tipo de información compartir y cuáles reflexiones pueden ser útiles para prevenir el riesgo. Adicionalmente, el riesgo de suicidio se puede prevenir al enseñarles habilidades como la comunicación asertiva, la resolución de problemas, la tolerancia al malestar y la consideración de consecuencias(1).
Estas herramientas nos ayudarán a generar un vínculo más cercano con nuestras hijas e hijos y nos permitirán distinguir factores de riesgo y reducir su vulnerabilidad frente a esta situación. Sin embargo, si identificamos que nuestra hija o hijo está pensando en quitarse la vida es clave consultar con un profesional que nos ayude y oriente según las particularidades del caso.
Referencias
(1) (1) Saldarriaga Mesa, L. y Agudelo Vélez, D. Cuando vivir duele. Cómo prevenir y acompañar las autolesiones y el suicidio en la infancia y adolescencia. 1ra edición. Bogotá: Editorial Diana; 2021.
Contenido desarrollado por: Lina Saldarriaga y Diana Agudelo
Recursos
Conferencia virtual: Cuando vivir duele: cómo prevenir y acompañar las autolesiones y el riesgo de suicidio en la infancia y la adolescencia
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