Boletín Aprendiendo a Ser PaPaz – La importancia del sueño en el embarazo y los primeros años de vida
La importancia del sueño en el embarazo y los primeros años de vida
Sabemos que la llegada de un bebé es una experiencia muy linda, pero que en algunos momentos puede ser difícil, especialmente cuando se trata de !NO dormir!
Durante los primeros meses, los bebés duermen en ciclos cortos, despertándose cada 2 o 3 horas, tanto de día como de noche. Esto es difícil para las familias porque altera el horario de sueño de los adultos. Dormir bien es muy importante para los bebés y también para madres, padres y cuidadores. Por eso, es importante tener estrategias para apoyar a las familias en este proceso y no olvidar que, más tarde o más temprano, empezarán a dormir toda la noche.
Desde el embarazo se pueden establecer ciertos patrones en la vida del bebé: el sueño es uno de ellos. Tener buenos hábitos de sueño durante el embarazo puede facilitar los ciclos de sueño del bebé después de su nacimiento. El ritmo de actividad materna está relacionado con el descanso y el sueño del bebé por lo que se recomienda reposo especialmente en los horarios de descanso.
Recién nacido a 3 meses: durante esta etapa se recomienda mantener la calma y esperar a que de manera natural el bebé reconozca la diferencia entre el día y la noche para empezar a tener patrones de sueño más regulares
4 a 12 meses: Deben dormir entre 12 y 16 horas diarias, incluyendo al menos dos siestas al día
1 a 2 años: Duermen entre 11 y 14 horas diarias y se recomienda hacer al menos dos siestas
Después de los dos años es recomendable solo una siesta diaria
Recién nacido a 3 meses: El bebé puede dormirse en brazos de un cuidador, ya que el contacto piel a piel fortalece el vínculo. Las tomas de leche serán frecuentes. Se recomienda que la madre duerma en los mismos momentos que el bebé. Es importante evitar almohadas y peluches en la cuna del bebé porque pueden asfixiarse
3 a 6 meses: disminuye la necesidad del bebé de ser alimentado con tanta frecuencia, sobre todo durante la noche. Se recomienda compartir habitación con el bebé, y empezar a dejarlo en la cuna cuando ya esté somnoliento
6 a 12 meses:se va estableciendo mejor el sueño durante la noche, por lo que los despertares nocturnos disminuirán. Se recomienda evitar asociaciones como peluches, cobijas, llevarse en brazos, etc., para conciliar el sueño porque luego no podrán conciliar el sueño sin esos objetos
12 meses a 2 años:se espera que la rutina de sueño ya esté establecida. Por ejemplo, darle un baño, hacerle un masaje, apagar la mayor cantidad de luces, y sobre todo tener una hora determinada para ir a la cama
No se preocupe si nota alguna regresión en los hábitos de sueño, es completamente normal y usualmente están relacionadas con algún hito del desarrollo del bebé: gateo, ansiedad de separación, cambios en las siestas, empiezan a salir los dientes.
Evite dejar al bebé llorando hasta que se duerma, la evidencia indica que esta práctica hace que el bebé tenga el sueño más fragmentado, sufra estrés y su estado de ánimo sea irregular
El colecho, es decir, la práctica en la que niñas y niños duermen en la misma cama con sus cuidadores se recomienda solo si hay prácticas de sueño seguro y depende de las decisiones familiares. No se recomienda cuando el bebé fue prematuro o tuvo bajo peso al nacer, tuvo asfixia perinatal o alguna enfermedad genética o si los cuidadores son fumadores, consumen algún medicamento que produzca sueño o han consumido alcohol o sustancias psicoactivas
Tanto la mamá como el bebé deben evitar la exposición a las pantallas como celulares, computadores o televisores unas horas antes de dormir
Es vital un lugar oscuro o con poca luz y ruido mínimo para conciliar el sueño
Es importante cumplir con las siestas acostumbradas para regular el estado de ánimo del bebé
La última siesta no debe ser después de las tres de la tarde
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