Queremos que nuestras hijas e hijos se conviertan en buenos ciudadanos, respetuosos del otro y de las normas, solidarios y comprometidos con la construcción de una mejor sociedad. ¿Cómo hacerlo? Anteriormente se pensaba que los gritos, regaños y el castigo, inclusive físico, eran una opción que funcionaba1; sin embargo, la nueva evidencia ha demostrado no solo que no funciona, sino que esta conducta puede tener consecuencias negativas para el resto de la vida2. .
Existen alternativas que logran que niñas, niños y adolescentes tengan normasylímitesy, además, mejoran la relación con sus padres y favorecen su desarrollo3 .
A continuación, presentamos algunas:
– Convierta las situaciones difíciles en oportunidades para aprender a resolver problemas, reflexione con sus hijos sobre qué fue lo que ocurrió y cómo se podría hacer mejor.
– Sea consistente con los acuerdos ynormasque establece. En ocasiones, cedemos para evitar conflictos, pero la firmeza con los límites es necesaria y les ayuda a entender qué esperamos de ellos y hasta dónde pueden llegar. Además, les brindan seguridad y les marcan pauta para su actuar, inclusive cuando no estamos presentes.
– Los límites deben ser claros para toda la familia y debemos hacer explícitas las razones. En la crianza y educación hay aspectos no negociables: valores, principios y todo aquello que pueda vulnerar la integridad de otras personas. Con niñas y niños que aún no hablan empiece por crearles rutinas adecuadas, que permitan saber qué esperar y desarrollar la autorregulación.
– Evite el uso de premios y castigos. Los seres humanos aprendemos a partir de las consecuencias de lo que hacemos; sin embargo, esas consecuencias no se reducen a ganar o perder algo. Aunque parezca que esto genera el resultado deseado, este método enseña a los niños que sólo deben hacer las cosas bien cuando hay un premio o por miedo a ser reprendidos, por tanto, no aprenden cuáles las implicaciones de sus actos.
– Busque otras formas de motivar a sus hijos. Anímelos a practicar las habilidades, a realizar el comportamiento una y otra vez hasta que lo logren, y celebre con ellos cada avance.
– Enséñeles a sus hijos a anticipar consecuencias de sus acciones. Puede ayudarles a identificar las consecuencias propias de la situación; por ejemplo: que si bota su juguete al piso se puede dañar y no puede volver a jugar con él, o que tratar mal a otras personas puede hacer que se dañe la relación o que llegar muy tarde a casa puede representar riesgos para su seguridad.
El proceso de crianza se debe dar a través del acompañamiento basado en el respeto mutuo y el amor, lo cual promueve pautas paraque niñas, niños y adolescentes aprendan a través del ejemplo, de las rutinas, el respeto y entendimiento mutuo, no en la imposición.
2. Cuartas, J., Ward, K. P., Ma, J., & Grogan-Kaylor, A. (2020). Physical punishment and Colombian children and adolescents’ cognitive and behavioral outcomes. Journal of Applied Developmental Psychology, 68, 101140.
3. Hornor, G., Quinones, S. G., Boudreaux, D., Bretl, D., Chapman, E., Chiocca, E. M., Donnell, C., Herendeen, P., Kahn, D., Loyke, J. & Morris, K. A. (2020). Building a Safe and Healthy America: Eliminating Corporal Punishment via Positive Parenting. Journal of Pediatric Health Care, 34(2), 136-144.
Recursos
A propósito de la discusión del proyecto de ley que busca prohibir el castigo físico y humillante contra niñas, niños y adolescentes, lo invitamos a apoyar #SíALaLeyContraElCastigoFísico
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