Boletín Aprendiendo a Ser PaPaz – Aprendiendo a acompañar el duelo
Aprendiendo a acompañar el duelo
Las familias debemos aprender a enfrentar pérdidas y a cuestionar nuestros apegos, que pueden ser a otras personas, lugares, proyectos, posesiones, profesiones, objetos e, incluso, a maneras de ser. Con la emergencia sanitaria generada por el COVID-19, hemos tenido que enfrentar una serie de pérdidas: la pérdida de un sentido de seguridad, de conexiones sociales y libertades personales, de empleos y estabilidad financiera, pero también la pérdida de rituales y formas culturales de hacer el duelo. Sin embargo, esto no es exclusivo de la situación actual, pues en el futuro es posible que debamos experimentar nuevas pérdidas que aún no es posible predecir.
Aunque el proceso de duelo es una experiencia difícil, ayuda reconocer que es un proceso natural y útil. A continuación, presentamos algunas reflexiones que pueden ayudar a transitar un proceso de pérdida y acompañar a sus hijos a hacerlo también.
El duelo es un proceso de amor: El duelo es un proceso normal de reacción del ser humano a la pérdida de alguien o algo significativo. Es un proceso de amor que nos ayuda a rehacernos, reacomodarnos y reinventarnos en agradecimiento por la experiencia de vida compartida y homenaje a quien amamos.
Es momento de resignificarse: Ante una situación de pérdida, es momento de volverse hacia adentro, resignificarse y reconocer que el mundo, como lo concebíamos, ha cambiado y necesitamos adaptarnos, no solo a la “nueva normalidad”, sino a las nuevas personas que nos corresponde ser. Cuando hacemos eso, realmente estamos permitiendo que el duelo haga su trabajo, para que podamos seguir adelante con lo que nos queda.
Tomemos distancia física, no social: Una de las formas más probadas de ayudar a gestionar el duelo es practicar la conexión social, validar la tristeza, compartir unas palabras, unas lágrimas. En estos tiempos de aislamiento y cuarentena, es posible que, por ejemplo, niñas, niños y adolescentes estén lidiando con el dolor y la tristeza más solos, socialmente aislados, sin recibir la compañía física que necesitan de amigos y familiares. Acompañémoslos
Seamos creativos con los rituales: Como todo lo que nos rodea está cambiando, tenemos que descubrir nuevos sistemas y rituales para tratar de asumir la ausencia. Escribir una carta a los seres queridos que se han ido, dedicarles una canción o realizar un dibujo en su honor pueden ser ideas que ayuden a elaborar la pérdida y despedirnos.
Aprovechemos cada momento con los seres que queremos: El acto de decir adiós a un ser querido a menudo comienza mucho antes de un funeral. Para muchas personas, los días y horas al final de la vida de un ser querido son especialmente conmovedores. Normalmente, podemos tomar la mano de un ser querido, tener conversaciones significativas, afirmar el vínculo, hacer las paces. Cuando podemos practicar estas cosas, el golpe de la pérdida se suaviza de alguna manera. Lo importante es que nadie viva el duelo en silencio y soledad.
Boletín realizado con el apoyo de:
Paulo Daniel Acero Rodríguez Psicólogo Universidad Nacional de Colombia Experto facilitador en procesos de duelo Miembro Equipo de Respuesta Psicológica Colegio Colombiano de Psicólogos
Recursos
Podcast ¿Cómo hablar de la muerte y la pérdida con los niños y niñas?
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