En los últimos días, a través de la línea de reporte Te Protejo (www.teprotejocolombia.orgy la App Te Protejo), hemos recibido varios casos relacionados con estudiantes que están solicitando a sus compañeros cosas (dinero, alimentos, tareas, etc.) a cambio de no agredirlos. Este tipo de casos constituyen posibles agresiones que pueden llegar a convertirse, inclusive, en un delito. Esto es sumamente grave porque destruye la tranquilidad y confianza entre los integrantes de la comunidad, dado que supone la obtención de lucro a costa del sufrimiento de los demás y puede resultar en casos de venganza que agraven la situación.
Por eso, en esta Alerta Viguías recomendamos a las instituciones educativas activar la Ruta de Atención Integral, que comprende acciones en los componentes de promoción, prevención, atención y seguimiento:
Promoción:
1. Incentivar en la comunidad educativa una cultura de empatía y compromiso frente a estas situaciones. “¿Cómo te sentirías si te pidieran dinero para no lastimarte?”, “¿Cómo crees que se siente tu compañero?”, “¿Crees que está bien?” y “¿Qué te gustaría que hicieran los otros si fueras tú el involucrado?” son algunas reflexiones que se pueden realizar sobre este tema. Recordemos que cuando no hacemos algo contra la agresión somos parte del problema.
2. Brindar herramientas a estudiantes, docentes, madres, padres y cuidadores para que las víctimas no cedan frente a las amenazas, puesto que esto puede perpetuar y agravar la situación. Igualmente, estas deben contarle a un adulto de confianza para que intervenga.
3. Aprovechar estos casos para fortalecer el programa de construcción de ciudadanía y actualizar el Manual de Convivencia para que establezca pautas específicas sobre qué hacer frente a estas situaciones.
Prevención:
4. Conversar con los integrantes de la comunidad educativa sobre las implicaciones de estos comportamientos. No se trata de una “broma”. Por el contrario, puede tener consecuencias legales, ya que pueden superar los límites de la intimidación escolar y convertirse en situaciones tipo III, las cuales constituyen conductas delictivas que deben ser atendidas por las autoridades.
5. Estar alerta: madres, padres, cuidadores y docentes deben estar atentos frente a cualquier cambio de comportamiento que observen en niñas, niños y adolescentes. Por ejemplo, alguien a quien solían intimidar y que de un momento a otro ya no, puede deberse a que esté pagando su “cuota”; el estudiante que suele cometer las agresiones ya no las realiza porque está recibiendo algo a cambio; agresor y agredido se les ve hablando y el uno dándole algo al otro; entre otras.
Atención:
6. Reportar en los canales institucionales, en www.teprotejocolombia.orgo en la App gratuita Te Protejo esta y otras situaciones que vulneren los derechos de niñas, niños y adolescentes. Te Protejo es un aliado de las instituciones educativas para el manejo de estos casos.
7. Activar el protocolo de atención según el tipo de situación que se trate. De acuerdo con la gravedad del caso, puede ser tipo I, II o III.
8. Convocar al Comité Escolar de Convivencia para que revise la situación y proponga medidas para la protección de los integrantes de la comunidad educativa y el restablecimiento de derechos.
Seguimiento:
9. Hacer seguimiento periódico a las personas involucradas en la situación para verificar la protección, así como el restablecimiento de sus derechos.
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