Alerta PaPaz – La lactancia: una responsabilidad de toda la sociedad
La leche materna aporta los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo del bebé¹ y disminuye el riesgo de obesidad, y a largo plazo, de enfermedades crónicas como la diabetes¹ ². También fomenta hábitos alimentarios saludables como un mayor consumo de frutas y verduras³ ⁴ y menor preferencia por los productos ultraprocesados con ingredientes perjudiciales para la salud y bajo valor nutricional³ ⁴ ⁵. Por estas y más razones, la Organización Mundial de la Salud recomienda que los bebés sean amamantados exclusivamente desde la primera hora de vida hasta los 6 meses. Después de este periodo, sugiere complementar con alimentos nutricionalmente adecuados¹. Sin embargo, los datos más recientes indican que a nivel mundial, entre el 2015 y el 2021, solo 48 de cada 100 niñas y niños fueron alimentados exclusivamente con leche materna en sus primeros seis meses de vida⁶. En Colombia las cifras son más desesperanzadoras: solamente 36 de cada 100 niñas y niños fueron amamantados de manera exclusiva⁷. Esto puede deberse a diferentes situaciones como:
Indebida participación de la industria en escenarios médicos que impiden el acompañamiento y guía médica libre de conflicto de interés a las familias con información sobre los beneficios de la lactancia frente al uso de Fórmulas Infantiles Comerciales (FIC), mal llamadas “leches de fórmula” o “fórmulas infantiles”⁸ ⁹.
Desinformación u omisiones informativas de la industria de las FIC en comerciales y publicidad sobre los beneficios de consumir sus productos sin aclarar los riesgos asociados ⁹ ¹⁰.
Falta de información real y modelamiento sobre los retos, dolores y angustias que puede implicar la lactancia, romantizándola inadecuadamente.
Falta de orientación adecuada a las madres, cuando se presentan dificultades o problemas con la lactancia, tomando en estos casos la opción más fácil de alimentar a sus bebés con FCI⁸.
Dinámicas laborales y sociales que hacen que la lactancia no sea una opción¹¹.
Casos clínicos específicos en los que no es recomendable amamantar¹²; entre otras.
Esta alerta no pretende rotular como “malas familias” a quienes toman la decisión de dar a sus bebés FIC, se publica con el fin de brindar más herramientas a quienes busquen información libre de conflicto de interés, así como dar las bases para políticas laborales y sociales que realmente apoyen la lactancia materna.
Las FIC son productos ultraprocesados⁸. El consumo de productos ultraprocesados afecta la salud del bebé, pues estos aumentan el riesgo de padecer exceso de peso, afecciones dentales y más a largo plazo, hipertensión y enfermedades no transmisibles, principales responsables de la mortalidad en la edad adulta² ¹³ ¹⁴. Así mismo, los bebés alimentados con FIC son vulnerables a padecer enfermedades autoinmunes y desórdenes alérgicos relacionados con el sistema gastrointestinal¹⁰. El uso del biberón también representa un riesgo, debido a que interfiere con el desarrollo de la boca, afecta la masticación, la postura corporal y aumenta la posibilidad de contraer infecciones respiratorias⁸ ¹⁴. Además, las FIC en polvo no son estériles y pueden estar contaminadas con bacterias como el Cronobacter o la Salmonella, causantes de infecciones gastrointestinales y respiratorias graves¹⁵ ¹⁶. A pesar de estos riesgos, las dinámicas arriba enunciadas hacen que las FIC sigan desbancando a la leche materna como elección en algunas familias.
Por estas razones se recomienda
Promover y apoyar la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad y continuar ofreciéndola, con la alimentación complementaria, hasta los dos años o más¹.
Evitar el uso de biberones, chupos o chupetes. En el caso que sea necesario ofrecer leche materna extraída, se recomienda el uso de vaso o cuchara ¹⁴ ⁸.
Introducir alimentos sólidos, reales y naturales, a la dieta a partir de los 6 meses de edad¹ ajustando las porciones y la consistencia de los alimentos a la edad de la niña o niño para formar adecuados hábitos alimentarios y evitar atragantamientos.
No utilizar azúcar ni sal en las preparaciones, durante los dos primeros años de vida.
No ofrecer productos comestibles y bebibles ultraprocesados a niñas y niños durante la primera infancia o a lo largo de su desarrollo³.
Favorecer el consumo de alimentos naturales y reales como frutas y verduras durante todo el curso de vida³.
En caso de tener dificultades para lactar, buscar el acompañamiento de asesores de lactancia libres de conflicto de interés, para favorecer la salud y vínculo con su bebé.
Es fundamental generar las condiciones adecuadas para que las familias no tengan que escoger entre amamantar y trabajar¹¹.
Independientemente del sector o tipo de contrato, cuando hay familias lactantes, la lactancia debe ser la prioridad de las políticas laborales¹¹.
Brindar espacios adecuados para la extracción de leche o amamantar¹¹.
Asegurar los permisos laborales que cumplan los requisitos nacionales y asegurar opciones que reduzcan el tiempo de separación de las familias con los bebés¹¹.
Recordar, la responsabilidad de la lactancia no es de la madre. A la familia, al Estado y a la sociedad nos corresponde generar el ambiente propicio para que esta actividad pueda darse según las recomendaciones médicas ya enunciadas¹¹.
Preguntarse por qué un adulto o una niña o niño puede comer en público pero en ocasiones está mal visto que una madre amamante a su bebé. Amamantar debe ser tan normal para un bebé y su familia como para cualquier otra persona alimentarse adecuadamente¹¹.
Asegurar lugares cómodos para la lactancia en centros comerciales, parques, restaurantes, museos, bibliotecas, entre otros¹¹.
Evitar las donaciones de FIC que pueden interferir a corto o largo plazo con el proceso de lactancia¹⁷.
Animar a las familias lactantes a reunirse y mantenerlas en lugares seguros y en las mejores condiciones posibles¹⁷.
Facilitar el acceso a apoyo psicosocial y asesoría de lactancia para las familias lactantes¹⁷ ¹⁸.
Adecuar espacios cómodos y seguros para lactar¹⁸.
Proporcionar alimentos nutritivos y saludables a madres lactantes¹⁸.
Abogar por legislaciones de maternidad y paternidad remuneradas preferiblemente de 6 meses¹¹.
Implementar políticas de salud pública que le brinden a las familias lactantes las herramientas, espacios y tiempos adecuados para poder asegurar la lactancia materna¹¹.
Combatir la discriminación de las mujeres gestantes y lactantes en el mercado laboral¹¹.
Combatir la discriminación de las mujeres gestantes y lactantes en el mercado laboral¹¹.
Es importante aclarar que existen casos muy específicos en los que se dificulta o no es recomendable ofrecer la leche materna a niñas y niños:
Cuando los bebés padecen galactosemia, condición que les impide digerir ciertos componentes de la leche materna¹² ¹⁹.
Cuando la madre tiene alguna condición de salud por la que requiere tratamientos farmacológicos muy fuertes como medicamentos antirretrovirales o quimioterapia¹² ¹⁹.
Cuando existe riesgo razonable de transmisión de alguna enfermedad o infección al bebé a través de la leche materna¹² ¹⁹.
Frente a problemas hormonales de las madres es posible que se produzca poca leche o incluso no llegue a producirse²⁰.
En estos casos busque asesoría clínica libre de conflicto de interés para brindar la mejor opción alimenticia al bebé.
Revisado por: Melier Edila Vargas Zarate, Nutricionista dietista. Docente investigadora de la Universidad Nacional de Colombia
Las Fórmulas Infantiles Comerciales no son un reemplazo de la leche materna, ya que no cuentan con la misma cantidad y calidad de nutrientes que necesitan las niñas y niños para su desarrollo. Es deber de los profesionales de la salud promover la lactancia materna.
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